Hacer del niño que se lleva dentro una herramienta profesional que permita dar visibilidad a lo que se ofrece no solo es bueno para el alma sino que ayuda a recordar que el negocio en el que se invierte toda una vida es aquel con el que soñamos una vez, hace tal vez no tanto tiempo.
En vísperas de iniciar el 2017 y con el objetivo de hacer de este nuevo año una época de éxito real, se puede comenzar por preguntar a ese pequeño que jugaba en estas fechas lo que lleva dentro. Eso no solo ayudará a vivir día a día sin perder la ilusión sino también a recordar que no hay límites cuando se trata de avanzar si se posee la orientación adecuada. Este sencillo ejercicio permitirá hacer más visibles cualidades que ayudarán a impulsar el trabajo como autónomos, freelances emprendedores, también a quienes forman parte de las pymes. Porque las habilidades para los negocios se desvelan desde la infancia y nunca dejan de acompañar al adulto, sobre todo cuando éste es consciente de su existencia.
Por eso buscando perfiles profesionales en función de los caracteres de los niños que juegan en el patio de un colegio se encuentran herramientas útiles en cada uno de ellos. Estas siempre pueden formar parte de los deseos de la carta a los Reyes Magos que se envía en estas fechas. Un carácter, una aptitud por desear, y un deseo que anotar para ser mejores y más competitivos en el 2017. Es hora de coger el bolígrafo o de anotarlos en la aplicación digital.
El ordenado
Situado cerca de las escaleras de acceso a las aulas para ser el primero cuando suene el timbre de final de recreo, este niño sabe que los plazos y las fechas son importantes. Es el administrador ideal, ya que permanece integrado con los demás pequeños y suele avisarlos cuando se acerca el momento de que termine el juego, sabe cómo untar la mantequilla en el pan de forma que no se desperdicie nada y conoce los hábitos de todos los que van y vienen por los pasillos. Su herramienta es que ha comprobado los beneficios de hacer las cosas correctamente para no recibir reprimendas y obtener el máximo beneficio en regalos. Por eso, es un gran emprendedor también, porque ya sea en equipo o en solitario, comprende que para jugar es necesario primero ir a clase.
El imaginativo
Observa todo y a todos desde los pasillos sin bajar al patio del recreo. Lleva sus propios juguetes a clase y decora su pupitre con ellos. Cuando se le pregunta no contesta y habla sin que se le dé la palabra. Es el empleado ideal para el departamento de comunicación y marketing porque su herramienta es especialista en hacer realidad imposibles explorando caminos que ningún otro se atreve a recorrer. De todo esto se da cuenta el niño más listo de la clase que, como inteligente que es, comprende lo importante que es contar con él en el equipo; no solo para que sus juegos sean más excitantes y divertidos sino también para que el resto de compañeros quieran estar con él, lo cual siempre es más divertido.
El sociable
No juega con un solo grupo en el patio del colegio, sino que se acerca a todos los pequeños curioseando y alentando, riendo y compartiendo su bocadillo. Suele ser hijo único o formar parte de una familia numerosa así que se ha dado cuenta de que la mejor forma de recibir es dar, por eso lleva siempre merienda de más y se ofrece para participar en todas las travesuras. Es un niño despierto en compañía y reflexivo a solas, nunca le faltan juguetes ni amigos cuando llega la tarde. Es el empleado ideal para un cargo de liderazgo no solo porque sabe hacer participar a los demás sino porque es el primero en sujetar la cuerda cuando el peso desborda y es necesario un brazo firme para sostenerse.
El soñador
Sentado en una esquina del patio de recreo, mira al cielo y cuenta nubes. Los otros niños le dan con el balón así que se levanta y busca un sitio menos visible desde el que se pueda seguir observando el firmamento. Suele jugar con otros niños porque estimulan su imaginación y es obediente a la hora de retirarse. Sin embargo, no hay manera de que se coma la merienda si esta no es de su agrado. Es el emprendedor ideal porque tras recibir unos cuentos balonazos se da cuenta de que debe ponerse en movimiento, por lo que, si sigue soñando, su tenacidad es una gran aliada en cualquier estrategia empresarial.
El voluntario
Es elegido el primero por todos los compañeros para los juegos de grupo porque se ha especializado en cada uno de ellos. Sirve tanto para una suma como para una resta y le encantan los desafíos. Es ordenado y aseado, sabe dar la razón y comprende los límites, no le importa destacar, aunque lo consigue, porque lo único que quiere es formar parte de la diversión. Su herramienta es ser el trabajador incansable, siempre en formación continua, el socio al que llamar a altas horas de la madrugada, el consultor con gran capacidad de escucha y el pequeño al que dejar al cargo cuando la profesora sale del aula.
El protector
En medio del patio del recreo hay una algarabía, llega la profesora para ver qué pasa y encuentra a dos pequeños golpeándose, los separa y les pregunta quién inició la pelea. Ninguno habla pero ambos se miran. Sube con los dos al despacho del director. Detrás queda el grupo desorientado hasta que regresan y comienzan a jugar de nuevo. El pequeño protector no distingue entre buenos y malos, solo entre amigos y amenazas, solo entre oportunidades y problemas. Es el aliado perfecto para los buenos y los malos tiempos porque, por instinto, permanece atento al mercado un día sí y otro también. Busca oportunidades, pero también sabe con quién se divierte mejor, y cuando es el momento de regresar a casa.
Todas estas personalidades son habilidades del niño en desarrollo que se pueden convertir en herramientas del adulto. Es cierto que dependen de un contexto y de unas circunstancias, por eso hacerse consciente de ellas beneficia al negocio y a quien lo emprende. Ser adulto y trabajar como autónomo, emprendedor o freelance, o en las diferentes áreas de una pyme no significa acabar con el niño que se lleva dentro, antes al contrario: es ese pequeño el que ofrecerá la ayuda y la salida en más de una ocasión. Por eso es tan recomendable seguir emocionándose con las fiestas navideñas, con los juegos, con los deseos, porque la voluntad se alimenta de ilusión y esperanza, y es ella la que da al adulto la fortaleza para levantarse cada mañana y seguir arriesgándose. La vida es un aprendizaje así que es mejor no dejar de ser niños para poder seguir disfrutando en el trabajo y hacer de eso una seña de identidad del negocio.