La formación en prácticas supone una excelente oportunidad de aplicar en el entorno laboral los conocimientos adquiridos durante los estudios. Bajo la tutela de la empresa, los alumnos/as pueden desarrollar funciones que les permiten consolidar su aprendizaje y transformarlo en valor para la organización.
Simultáneamente, las prácticas profesionales contribuyen a la generación de hábitos laborales necesarios para la adaptación e integración profesional, como puntualidad, organización personal, gestión del tiempo o flexibilidad. Sin embargo, el mayor indicador de éxito en el trabajo, junto a la cualificación, es el desarrollo de valores laborales, entre otros, la orientación al cliente y a la consecución de objetivos, sensibilidad interpersonal, el trabajo en equipo y la proactividad. Estos valores marcan la diferencia en la ejecución del trabajo y también en la carrera profesional.
Por ello, en momentos de difícil acceso al mundo laboral como los actuales, aprovechar las prácticas en empresas es una ocasión única de vender nuestra propia marca personal, afianzando los conocimientos formativos y desarrollando nuestro potencial en el marco laboral real, poniendo en acción competencias profesionales y personales, que nos permitan destacar y demostrar nuestras capacidades.
En el último año, Esetec ha gestionado las prácticas de 75 alumnos/as, con resultados muy satisfactorios para ellos/as y las empresas receptoras, superando el 12% de inserción laboral, motivos por los que nos felicitamos y alentamos a reforzar este procedimiento de inserción y reciclaje en el mundo laboral.