¿Hacer turismo en un destino inseguro? Y, a parte de la delincuencia, ¿qué es inseguro? ¿el destino que aporta salud es seguro? Y las instalaciones que cuidan el medioambiente, ¿son seguras o es una cuestión de confianza?

Para comprender cómo se relacionan la seguridad, la salud y la confianza se puede poner por ejemplo, la situación de las certificaciones de calidad en las empresas, porque si las tienen, son más fiables. También sucede con los alimentos, para los que existen sellos de la Unión Europea que garantizan su salubridad según cumpla o no unos requisitos tanto en su cultivo y su envasado. Con el medioambiente sucede lo mismo, porque la legislación ya se ha puesto en marcha para el ahorro energético, pero también para todo lo relacionado con el impacto en el entorno, sobre todo el de las Islas Canarias, donde gran parte de su territorio es Reserva de la Biosfera y forma parte de la Red Nacional de Parques Naturales.
El hecho de que exista legislación al respecto es una prueba no solo del interés, sino también de la rentabilidad que se desprende de proteger y regular las actividades relacionadas con la sostenibilidad así que el sector turístico no debería ser ajeno. Por ello, es una inversión a tener en cuenta no solo por imagen, sino también por el bolsillo, ya que el perfil del turista que cuida su salud, que viaja seguro y que relaciona confianza con respeto por el medioambiente es de alto poder adquisitivo y debería ser atendido por profesionales en sintonía, que tengan una adecuada formación en esta materia.

Por temporadas emergen sectores nuevos y especializados como el astroturismo, el geoturismo, la fotografía de la naturaleza, turismo marinero, whalewatching, birdwatching.
De hecho, dada la especial sensibilidad que requiere el trabajo con el medio ambiente, los profesionales del turismo deberían tener un alto grado de sensibilidad humana, sobre todo con los recursos naturales. Se trata de un nuevo sector emergente que ama el cuidado del territorio y entiende que es la fuente de riqueza así que deteriorarlo es atentar contra el propio ser humano. Por eso cuidarlo es cuidar de las personas, de los visitantes, para que perdure en el tiempo y ahí está el éxito. También este profesional debe ser un buen comunicador, porque hablará para todos los visitantes, sean de la profesión que sean. Su objetivo es la buena promoción de las instalaciones en las que trabaja, pero en relación con el destino y el cuidado del medioambiente. Para ello es fundamental la colaboración de todo el sector turístico privado y público, para que entre ambos se trabaje en las instalaciones adecuándolas y en los entornos de las mismas, los accesos y las relaciones con la naturaleza en las actividades que se ofrece a los visitantes a través de la formación de sus empleados.

Si se tiene en cuenta que el turismo representa el auténtico motor del crecimiento y desarrollo de Canarias, con un elevado porcentaje de participación en el PIB la implicación del sector privado en la formación de sus profesionales en las áreas de mayor demanda, como la ecología y el medio ambiente, relacionadas directamente con el turismo de ocio activo, se produciría un efecto multiplicador sobre el resto de sectores y servicios de las Islas. Especialmente en el desarrollo del comercio, los transportes, la producción agroalimentaria o la industria, entre otros, que se beneficiarían directamente de la llegada de turistas a las instalaciones hoteleras. Porque allí serían atendidos por profesionales con conocimientos e información tanto sobre la belleza medio ambiental del territorio como sobre la manera en la que esos lugares en los que se hospedan, realizan sus comidas, rutas y actividades como sus compras favorecen a la sostenibilidad y cumplen la las leyes para la protección de un territorio que se considera un tesoro.

Cada vez más personas se interesan por el ecoturismo y el archipiélago canario es perfecto para su práctica. Con él se viaja hacia áreas naturales sin perturbarlas, con el fin de disfrutar, apreciar y estudiar tanto sus atractivos naturales como las manifestaciones culturales que se esconden. De esta forma, se comprende que el respeto a la naturaleza y las adecuadas formas de comercialización y establecimiento despiertan inmediatamente la confianza del visitante, que identifica dicha actitud y formación profesional con la confianza; porque quien cuida la salud del terriorio natural, del planeta, cuidará también la salud y el bienestar de quienes lo visitan y lo escoger para sus vacaciones. Así es que, ¿viajar a un destino inseguro? No, mejor viajar a un destino que cuide el medioambiente.