Creando Marca Personal

Todos sabemos a estas alturas lo importante que es consolidar una buena marca personal. Es básico controlar los pensamientos y las reacciones que despertamos en las personas que nos rodean, porque ellos, al fin y al cabo, serán los que determinen nuestro “personal branding“.

Hemos de tener claro que nosotros mismos podemos decidir cómo queremos ser vistos por la gente y somos los máximos responsables de la imagen que transmitimos.

Para conseguir proyectar una marca personal adecuada, es imprescindible establecer unos objetivos. Como en casi todas las situaciones en la vida, es necesario marcarnos unas metas para no “distraernos” caminando en una dirección que no sea la que nos interese realmente.

Imagina que quieres convertirte en un reputado consultor de marketing. Si deseas asesorar a empresas en este campo, es necesario que seas visto como alguien experto, alguien en el que tu cliente pueda confiar.
Para ayudarte a definir tu marca personal, te plantearía dos cuestiones:

– ¿Cómo te gustaría que te viesen tus clientes potenciales?
– ¿Cómo puedes convertirte en una buena “marca”?

Para responder a estas preguntas, tienes que comenzar por pensar con qué ideas o conceptos quieres que se te relacione: cercanía, trato profesional, confianza, innovación, etc… Evidentemente puedes escoger más de un concepto, aunque yo te recomendaría que no comenzases a trabajar con demasiados. Cuantos menos sean, más abarcables serán en un primer momento.

Una vez que decidas cómo quieres que te vean tus clientes en el plano profesional, ahora debes trabajar los conceptos técnicos. De nada sirve ser un excelente comercial si, una vez que te han contratado como consultor, tu trabajo deja mucho que desear. Eso se convertirá en pan para hoy y hambre para mañana porque no querrán volver a contar con tus servicios.

Siguiendo con el caso de ejemplo con el que estamos trabajando, mi consejo es que no intentes ser un experto en todas las áreas del marketing. En mi opinión, es mucho más interesante especializarse en una rama concreta del marketing y comenzar a labrar tu reputación como profesional en ese área.

Como consejo final te diría que no trates de imitar a nadie ni convertirte en un “gurú” de la noche a la mañana. Crear una buena marca personal es un camino largo y complicado, pero completamente gratificante y enriquecedor.
¿Te animas?

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