A partir de enero de 2015 las empresas que presten servicios a las administraciones públicas y empresas de especial trascendencia económica que presten servicios al público en general tendrán que hacerlo obligatoriamente con facturación electrónica, la eFactura.
Bienvenido al mundo digital de la administración de nuestras empresas. Bueno, no sé si le damos la bienvenida pero que hay que recibirlo y adaptarse en un hecho. La digitalización del sistema económico está en marcha y un paso más es la obligatoriedad para las empresas, a partir de 2015, de presentar la factura electrónica, la eFactura. Los beneficios van desde mejorar la eficiencia hasta reducir la morosidad, ya que es una acción que se enmarca en las políticas que se están aplicando en la Unión Europea. Y, desde un punto de vista práctico, las empresas que aún no ha implantado la factura electrónica van a contrarreloj para hacerlo pues el plazo finalizó el 15 de enero. Sigue leyendo