Normalmente para la pequeña empresa, para el autónomo o el negocio familiar, el marketing ha sido uno de los grandes olvidados en la gestión de la actividad. Existe una situación que es tremendamente habitual sobre todo en este tipo de organizaciones. «Lo urgente no deja tiempo para ocuparse de lo importante.»
Y es que por escasez de recursos, la maquinaria trabaja enfocada a producir y con el único objetivo de la supervivencia. Esta vorágine en la que nos sumergimos diariamente nos dificulta plantear una estrategia, a medio y largo plazo.
¿Pero cómo llegar a dónde queremos ir si ni siquiera hemos marcado el puerto de destino?
El complejo y competitivo contexto en el que actualmente nos encontramos hace que muchas organizaciones, pymes y profesionales pongan de nuevo el foco sobre la comunicación y el marketing, como herramienta necesaria para su éxito. Este hecho, unido a las posibilidades que ofrece el universo digital ha provocado que el Marketing de Contenidos se haya consolidado, como una de las estrategias más acertadas en los últimos tiempos.
Sus principales ventajas encajan perfectamente con el momento en el que vivimos en el que nuestro cliente tiene a su disposición un total acceso a la información, antes de realizar su acción de compra o de servicio. Utilizar adecuadamente el marketing de contenidos atraerá a un «público de calidad», o lo que es lo mismo, el que esté interesado en nuestros productos y/o servicios, por consiguiente obtenemos un aumento en las probabilidades de venta y una mayor eficiencia de los esfuerzos comerciales. La mejor relación con nuestro «target» atrae entre otros beneficios, la credibilidad, el aumento de la visibilidad y la diferenciación a través de la identidad de marca.
En el fondo, esta técnica no es revolucionaria puesto que instintivamente nos atraen las historias que nos despiertan interés, que son originales y que ofrecen información de valor.
¿Cómo atraer a nuestros clientes con el marketing de contenidos?
Una vez más, no hay atajos mágicos. Necesariamente tendremos que realizar un esfuerzo en «escucha útil» para conocer a las personas a las que querremos satisfacer con nuestra empresa. Hacerlo mostrando una forma propia de actuar no solo nos dará una identidad de marca, sino que posibilitará un espacio en el mercado para convertir conversaciones en relaciones que sustenten nuestro desarrollo económico.
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Director de proyectos en Netlife Project