Un autónomo no nace, se hace.
En el incremento más que notable de los profesionales por cuenta propia que ha habido en España en los últimos años han tenido mucho que ver el esfuerzo, el tesón y hasta la inspiración de muchos trabajadores que han apostado por convertir su pasión en el camino para ganarse la vida. Sin embargo, cualquiera de ellos puede confirmar que no se trata de un recorrido fácil, y lo que es peor, que es una vía llena de incógnitas, con una constante necesidad de explorar nuevas fórmulas de negocio y, sobre todo, de vacíos no solo legales, sino formales que delimiten el cómo, el dónde y el hasta dónde se puede llegar. Podría decirse que el límite es el propio coraje pero las formas, sobre todo las legales y fiscales, necesitan de muchas respuestas pese a la reciente aprobación de la Ley para el fomento del trabajo autónomo y la economía social, aprobada este mes de agosto por la Comisión de empleo del Senado. Con ella, no se hace sino reconocer que existen más dudas que certezas en el camino de los freelances emprendedores españoles, y sobre todo la necesidad de información y formación de los mismos. Sigue leyendo